El acoso escolar o bullying como se le conoce comúnmente en los tiempos actuales, se define como cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico que se da entre los escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Si bien este fenómeno ha estado presente desde siempre en las aulas y ha sido considerado un proceso normal dentro de la cultura del silencio, hoy en día los casos de agresión física entre alumnos han consternado a la población chilena. A pesar de que en un principio se consideraba solo a la víctima y al victimario, hoy en día el espectro de participantes se ha ampliado, de modo que la dinámica estaría conformada también por los espectadores, testigos o “bystanders” directos que presencian los hechos y los indirectos como son el personal, autoridades del colegio, la familia y la sociedad entera.
Pero, ¿que és específicamente el acoso escolar?. El bullying es un comportamiento agresivo que implica un desbalance de poder, ejerciéndose sobre el más débil, de modo que es escogido y no al azar, con la intención de causar daño y que se caracteriza por ser repetido en el tiempo, pudiendo ser directo (físico, verbal o no verbal) o indirecto (exclusión social, esparcimiento de rumores, etc.).
Si bien pensaríamos que los niños varones tienen más tendencia al bullying, las damas también lo cometen, sin embargo, ambos se suelen diferenciar en el tipo de comportamiento agresivo que tienen para con los otros, así, mientras los hombres ejercen más la violencia física y verbal, las niñas usan la agresión indirecta relacional, esparciendo rumores o realizando exclusión social; aunque en la actualidad no se descarta la agresión física por parte de las niñas, bien hemos presenciado imágenes o videos que demuestran esto.
Por otra parte, los lugares de maltrato físico más utilizados serían los patios de los colegios o lugares sin supervisión de adultos, mientras que los maltratos indirectos serian comunes dentro de la misma aula, incluso con el profesor presente.
Con respecto al perfil de víctimas y agresores, se han realizado diversos estudios que intentan definir los perfiles de éstos. Así, dentro de las características de personalidad de las víctimas encontramos falta de asertividad, personas sensibles e inseguras, físicamente débiles, con pocas habilidades sociales y pocos amigos, que en general suelen ser buenos alumnos. Por el contrario, aquellos que agreden suelen ser físicamente más fuertes, dominantes, impulsivos, que no siguen reglas, con baja tolerancia a la frustración, desafiantes con la autoridad, alta autoestima, poco empáticos, entre otras.
Como bien sabemos, el entorno muchas veces facilita el desarrollo de actitudes agresivas, es por esto que es necesario tomar en cuenta el espacio donde se desenvuelve el chico(a), ya que algún factor podría estar condicionando éstas conductas. Dentro de estos factores encontramos la familia (padres poco cálidos y distantes, así como también agresivos y castigadores), el grupo de pares (en las redes de grupos de pares en que hay más conductas agresivas, hay mayor asociación con maltrato entre pares) y los testigos (su actitud podría fomentar o inhibir dichas conductas).
Para tener en consideración…Si bien este fenómeno es muy común en las aulas, no debiese ser pasado por alto por la audiencia, ya sea un maltrato psicológico, verbal o simplemente una exclusión social, debido a que sus consecuencias pueden ser nefastas para aquellos alumnos que presenten las características distintivas de una víctima. Así, entre las consecuencias que se observan se encuentran: ansiedad, depresión, deseo de no ir a clases con ausentismo escolar y deterioro en el rendimiento. Mayores problemas de salud somática e incluso ideación suicida en la víctima, con problemas de desajuste psicosocial en la adultez.
¿Cómo tratar el bullying?Las intervenciones son variadas, sin embargo la promoción de un enfoque integral es una alternativa que debería implementarse tomando en cuenta la compleja dinámica que involucra desde los alumnos, pasando por el profesorado y autoridades, hasta padres y la comunidad.
Así, si bien existen varias alternativas de intervención se ha descubierto que aquellas intervenciones curriculares en las aulas, en las cuales se promueven actitudes anti acoso y conductas pro-sociales mediantes charlas, grupos de discusión y videos, no han tenido resultados satisfactorios, ya que este fenómeno al ser sistémico involucraría mucho más que una educación a nivel de salas de clases. Por su parte, las intervenciones integrales como una totalidad ("whole school intervention") han sido más eficaces, ya que asume el "bullying" como un problema sistémico que reclama solución a distintos niveles y no sólo a una actividad en clase, sin embargo, hay que tener en cuenta que el éxito de esta dependería de la duración del programa, del compromiso y entrenamiento de los profesores y autoridades del colegio, de la replicación e instrucciones adecuadas en el detalle.
Realidad en ChileSi bien el acoso escolar ha sido comúnmente observado por todos nosotros desde pequeños, como futuros psicólogos debemos tener un ojo clínico para detectar este tipo de problemas, sobre todo aquellos que se interesen por la línea educacional. Hoy en Chile, según estadísticas, la participación de estudiantes en conductas de monotaje oscilaría entre un 35 a 55%, cifras preocupantes que deben tomarse en cuenta y comenzar intervenciones tempranas, ya que este fenómeno comienza a darse desde muy temprana edad en chicos (alrededor de 5to de enseñanza básica).
Los invito a reflexionar sobre el tema, apropósito de su segunda tarea. Además, les adjunto el tráiler de una película que se titula “Bullying” que trata sobre esta temática y que sería interesante que vieran.
http://www.youtube.com/watch?v=ZS2pl8UxhaQ
Saludos y éxito en la próxima evaluación.
Atte. Waleska Ibarra Fuentes.
Tutora Ayudante
Psicología Social II.